Fisher fue un economista estadounidense del siglo XX. A él
se le deben diversas contribuciones a la
ciencia económica. Fisher fue un muy buen economista teórico y padre
de la econometría, contrarrestando su elevado conocimiento económico con su
pésima experiencia como especulador bursátil como mostraremos a continuación
contando su experiencia bursátil en la crisis del 29 y su aportación y
contribución para entender la crisis actual.
Nuestro economista, bien posicionado económicamente, confiando en sus conocimientos, se decidió a invertir parte de su patrimonio en
el mercado bursátil y posteriormente, en octubre de 1929, se atrevió a
aventurar que las cotizaciones bursátiles se encontraban en un valle de máxima
estabilidad.
Los hechos posteriores demostraron
que se equivocaba.A finales del mismo mes, el 24 de Octubre, el mercado
bursátil estadounidense empieza a vacilar, para Fisher aquello era los síntomas
de que estábamos descendiendo por la colina para llegar al valle y volver a
ascender por el otro lado del valle y asentarnos en lo alto de la colina con
unas cotizaciones bursátiles elevadas. Su intención especuladora se basaba en comprar
activos mientras descendían suavemente de precio y venderlos una vez coronado
la colina lindante. Recuerden que ya había invertido parte de su patrimonio
personal, tal era la confianza en sus pensamientos sobre el mercado bursátil
que se decidió a invertir una gran parte de su patrimonio.
La realidad bursátil abandonaba
su disfraz de valle tras el Lunes Negro del 28 de Octubre, convirtiéndose en un
peligroso y abrupto desfiladero en el cual no se precisaba la profundidad, ni
se encontraban sendas para retornar al camino. Fue entonces cuando nuestro
economista, Fisher perdió la mayor parte de su patrimonio personal y familiar.
No terminó arruinándose completamente, pero si perdió bastantes cuartos. Pero
debido a su condición, a su capacidad de análisis y con un mayor cuidado, se pudo recuperar
económicamente para alejarse de la ruina a la que había llegado tras su confianza
en su teoría del valle especulativo.
A posteriori, tras la gran
cornada sufrida, tuvo el valor de ponerse a estudiar las causas económicas,
revisando su teoría y los datos que había tomado. Mostro la honestidad de
reconocer que se equivocó y trató de analizar las causas y explicación de la
crisis del 29 en el artículo:
http://fraser.stlouisfed.org/docs/meltzer/fisdeb33.pdf
Dicho artículo, con pequeñas
modificaciones puede ser extrapolado a la situación de crisis actual, en la
cual nosotros vamos indicaremos el flujograma que se ha seguido hasta llegar a
la situación actual:
Esto ha llevado a que la cantidad
patrimonial de las personas basadas en activos como los pisos, los cuales
consideraban que poseían un valor seguro en el tiempo, les otorgaban confianza,
tanto a familias como entidades de crédito, de que ese valor no bajaría sino
que se mantendría o se incrementaría en el tiempo. Basándose en la supuesta
afirmación “el ladrillo nunca baja”.
A lo indicado anteriormente se ha
de sumar el contexto en el cual se movía la economía mundial, con un alza de
materias primas y de energía, lo cual podía llevar a repuntar la inflación y
por lo que se deberían llevar políticas monetarias que elevaran el tipo de
interés. Ello, sólo si la inflación no fuera pasajera, es decir, que se quedara
a vivir con nosotros. Es aquí donde encontramos el error del gobernador del
BCE, al cual le atormentaba la inflación en sueños que se le convertían en
pesadillas y no le permitían distinguir la realidad y el sueño. Dejó de
percibir y sentir la realidad económica y se dejo llevar por lo que sus sueños
predecían, cometiendo un grave error subiendo los tipos de interés en el peor
momento, corto la ración de medicamento preventivo al paciente europeo que
mostraba síntomas de contagio de crisis.
Mientras, al otro lado del
Atlántico, Bernanke se basaba en el
pasado y actuaba con una mayor precaución y discerniendo sobre la realidad
económica y no dejándose llevar por sus predicciones abstractas.
Atendiendo al artículo de Fisher,
a la situación actual y a muchos economistas, una situación de ayuda a
encontrar la salida era la creación de inflación que elevara el precio de los
activos, indicando que síntomas inflacionistas ahora mismo no son malos, sino
todo lo contrario, son indicios de recuperación económica.
Pero, a parte de intentar crear
un poco de inflación, se ha de reactivar el consumo global y el europeo, ya que
el consumo estadounidense no puede estar mucho tiempo atado al yugo y tirando
por si sólo de la economía mundial. Ahora mismo nos sirve para estabilizarnos,
pero se necesita dar incentivos a las personas para que empiecen a consumir, a
tener una perspectiva de cierta seguridad económica que nos lleve a que Europa
o a los BRIC comiencen a dar impulso a la economía mundial.